miércoles, 27 de mayo de 2009
Retrete
lunes, 18 de mayo de 2009
El tabaco puede matar(me)
Hay muchos asesinos en serie que se pasean mostrando su crimen tan ricamente. A la gente le da igual, es un homicidio consentido. En los periódicos dicen que en el ranking de muerte violenta el suicidio ostenta el primer puesto. ¿Qué pasa con el pobre cigarrillo? Nadie se acuerda de él cuando lo succionan impunemente y luego lo descuartizan con un pisotón o, simplemente, estrujándolo contra la pared.
Creo que tengo el síndrome de la calada. A menudo me siento cigarrillo y observo cómo me consumo, mientras con el humo que desprendo daño los pulmones de los que favorecen esa especie de autodestrucción.
sábado, 16 de mayo de 2009
Hipótesis inexplicable
Entierro nietzscheano
miércoles, 13 de mayo de 2009
Alcoholismo infantil
domingo, 10 de mayo de 2009
Víctima y verdugo
viernes, 1 de mayo de 2009
Silencio
Han pasado casi diez minutos y nadie ha dicho nada. Lo mejor es que ni siquiera me he dado cuenta. El silencio se había apoderado incluso del café, la cuchara que movía haciendo círculos maquinalmente no producía ningún sonido al chocar con las paredes de la taza. En ese tipo de situaciones, normalmente escucho crujir mis párpados al pestañear, suelen chirriar como una puerta envejecida al cerrarse. Pero esta vez no se oía nada, ni el estruendoso pensamiento del que se sabe mudo. Se trataba, pues, de un mutismo acogedor, que nos arropaba y nos hablaba mediante infrasonidos. Por un momento, estuve tentada a quebrarlo, a romper esa magia y farfullar cualquier estupidez. Hay veces en las que se habla, aunque no se no se diga nada, con tal de evitar el silencio. En ocasiones es preferible evitar directamente los encuentros en los que se puedan producir esos silencios incómodos. Porque ya se sabe, tanto el que disgusta como el que gusta se delatan cuando callan. Sin embargo, la diferencia entre ellos es abismal, el odio se mide en gritos, pero el amor, siempre en silencios.