jueves, 4 de septiembre de 2008

Inconsciencia



Hoy tu sombra se mezcla con la mía. Me coges de la mano y vas derritiendo las yemas de mis dedos. Me pintas una sonrisa sin quererlo. Repasas con la mirada el reflejo de mi contorno en negativo. Yo sigo con los ojos cerrados, no me atrevo a abrirlos por si despierto de repente. No puedo ver como te ríes de mí en silencio, pero te imagino curvando las comisuras de los labios y entornando los ojos burlonamente. No me doy cuenta de que estás temblando, porque yo hago lo mismo. Siento un cosquilleo que empieza en la planta de mis pies y repta hasta mis párpados, haciendo presión en ellos para que permanezcan pegados. Sueño que esto es un sueño y me despierto soñando de nuevo, contigo agarrado a mi cintura. Las luces cambiantes mueven el reflejo de nuestras siluetas. Las calles se tiñen de negro pero nosotros no lo sabemos. No sabemos nada, salvo que hoy tu sombra se mezcla con la mía. I

3 comentarios:

Paralogismo dijo...

Las sombras se mezclan sin reserva. Es una lástima que los seres humanos se muestren más desconfiados. A veces vale la pena ser inconsciente.

horabaixa dijo...

Hola Alba,

Me gusta muchisimo tu escrito

Un abrazo

Marinel dijo...

Qué bonito,Alba.La mezcolanza de las sombras y los sueños,del amor zigzagueando por el cuerpo sumido en un delicioso sopor de enamoramiento.
Escribes de maravilla.
Un besazo.