–He decidido dejar de fumar.
–Pero si nunca has fumado.
–Ya, pero llega un momento en el que uno tiene que aprender a tomar decisiones.
–¿Y cómo explicas dejar de hacer algo que nunca has empezado a hacer?
–Uno tiene que ir poco a poco, no voy a empezar la casa por el tejado.
–Es que vas a dejar tu piso.
–No, es una metáfora.
–¿De qué?
–Es una metáfora que pone de manifiesto la estupidez del ser humano.
–Hablas de forma muy vaga.
–Hablo de ti ahora mismo.
–¿Estás diciendo que soy tonto?
–No, estoy diciendo que desde hoy dejo de fumar. ¡Cómo te gusta darle la vuelta a la tortilla!
–¿Eso es otra metáfora?
–No, ahora solo te estaba tomando el pelo.
–Pero si estoy calvo.
–Pues eso.