miércoles, 19 de marzo de 2014

Distanciamiento de la obra literaria de Clara Dubasenca

Me miraría en el espejo, pero la luz con la que se va iluminar mi reflejo me convierte en alguien que se parece sospechosamente a la persona que nunca sería. Nadie puede parecerse a mí menos de lo que yo me parezco a mí misma. No voy a dejar que una copia en la penumbra de un cuarto de baño me reemplace, como el profesor sustituto que deberá abandonar el puesto justo cuando comprende qué debe enseñarle a sus alumnos. No puedo perder ni el tiempo ni la imagen en alguien incapaz de enseñarme nada, y mucho menos a dejar de ser yo1.

1.Clara Dubasenca, Taxidermia en carne viva, en: Obras completas, tomo II, Céroul, El hilo de Ariadna, 2014, p. 12.

1 comentario:

Ladrón de mandarinas dijo...

En algún momento imposible de documentar, la falsa autora de un falso perfil en internet terminó por dar con el ANTI DOCUMENTAL.

Que la autora sea realmente una falsedad o no, esa una cuestión que la propia naturaleza del anti documental nos impide responder; con la misma genialidad con que dio forma a su personaje principal, que, sin nada que lo pruebe, supondremos que no es otra que ella misma, Alba Desbaresdes recogió -se supone- en un documento ficticio (los críticos prefieren llamarlo "conceptual") aquello por lo que se definiría en adelante el ANTI DOCUMENTAL. A saber:

Que la falta absoluta de referentes para con la realidad no sólo se trata de algo deseable, sino incluso imprescindible para el anti documental. La cuestión sobre los hechos se traslada así del lugar del suceso a la inventiva y la imaginación, o adonde uno quiera.

Mas si pretendemos captar la vertiginosa maleabilidad del anti documental, hemos de comprender que no se trata sencillamente de un falso documental; aunque su definición parte de negar al documental, el anti documental rebasa la mera falsedad o la inventiva por tratarse de un documental que no sólo acepta su propia falta de documentación, sino que antes bien la atrae, como un agujero negro siempre susceptible de atraer, por sobretodo, la confusión.

Claro que todo esto podría ser desmentido posteriormente cuando sea publicado, por fin, el documento imposible de publicar que hasta el momento de su aparición, acordamos llamar ANTI DOCUMENTAL.

Queda aún por discutir la nada infundada posibilidad de que el anti documental resulte del todo incomprensible; cierto famoso doctor en follosofía se preguntaba no sin cierto deje de burla en sus palabras: ¿y si el ANTI DOCUMENTAL estuviera escrito en una nueva lengua? Una lengua que no tratase de definir y delimitar, poner límites, sino que antes bien no se preocupase de que "esto" sea efectivamente esto y no lo otro para tratar abiertamente de "lo otro" que designamos cuando hablamos de lo otro.

Puede que esto no sucediera nunca realmente, pero así es como lo recoge el anti documental.

Así es como nos lo cuenta Alba Desbaresdes.