lunes, 2 de noviembre de 2009

Advertencia

Lo siento, no pretendo que me lean, pero sí. No quiero descubrir que me han descubierto, en todo caso descúbranme sin que yo me entere. Miéntanme de la misma manera que yo les miento a ustedes en cada sílaba. Me he dejado esto olvidado, he tirado sin darme cuenta unas cuantas palabras mal escritas. Mala suerte si se las han encontrado, y peor aún si han seguido leyendo después de terminar la primera frase. Les advertí que no lo hicieran. Aparten la vista cuanto antes. Quizá ahora ya es demasiado tarde, quieren saber cómo demonios termina este soliloquio. No van a quedarse con la intriga, porque esa incertidumbre les quitaría el sueño. Venga, ya queda poco, sáltesen los artículos, las conjunciones y alguna que otra preposición para que se queden con la idea básica. Pero, ¿qué idea básica? Esto no tiene ni pies ni cabeza, y tampoco se creó con una finalidad concreta, no hay moraleja. Simplemente no me lean. Debí haber dado este consejo al principio para que se ahorrasen todo lo anterior. Esperen, lo hice. Me han desoído y estas son las consecuencias. ¿Cómo se sienten? ¿Estúpidos? Sí, conozco esa sensación, es la misma que les vengo definiendo desde que fingía no querer ser leída.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otra vez lo has vuelto a hacer, cuán asquerosamente buena eres, pequeñaja